Propagación de la luz en la fibra óptica.
Ley de Snell – Refracción:
También conocida como la ley de refracción de Snell, describe cómo la luz cambia de dirección al pasar de un medio a otro con un índice de refracción diferente. La ley de Snell establece la relación matemática entre los ángulos de incidencia y refracción y los índices de refracción de los dos medios involucrados. La fórmula general de la ley de Snell es:

Donde:
– n1 y n2 son los índices de refracción de los dos medios.
– θ1 es el ángulo de incidencia (el ángulo entre la dirección de la luz incidente y la normal a la superficie).
– θ2 es el ángulo de refracción (el ángulo entre la dirección de la luz refractada y la normal a la superficie).

Ley de Reflexión:
La ley de reflexión establece que el ángulo de incidencia de un rayo de luz es igual al ángulo de reflexión, medidos ambos con respecto a la normal a la superficie en el punto de incidencia. Matemáticamente, se expresa como: θi=θr
Donde:
θi es el ángulo de incidencia.
θr es el ángulo de reflexión.

Éstas leyes son fundamental para comprender cómo la luz se desvía al pasar de un medio a otro y se aplica la propagación de la luz en la fibra óptica.
Cuando el ángulo de incidencia supera este valor crítico (siendo así el “ÁNGULO CRÍTICO“), se da lugar a la REFLEXIÓN INTERNA TOTAL, un fenómeno esencial en dispositivos ópticos como las fibras ópticas. Clave en la propagación eficiente de señales ópticas, cuando la luz se propaga a lo largo del núcleo de la fibra, cuyo índice de refracción es mayor que el revestimiento circundante, la reflexión interna total evita pérdidas de señal, permitiendo la transmisión de datos a largas distancias con velocidades notables.